A finales de la década los 60 la popularidad del rock a nivel mundial se extendió por todo el planeta, dando lugar a nuevas propuestas fuera de las fronteras estadounidenses y británicas. En España esta propagación se encontró con 2 factores que la dificultaron. Por un lado, la censura y la moral de la dictadura franquista. No eran bien vistos los grupos de melenudos, estando en las antípodas de lo que era moralmente aceptable por las autoridades (tanto políticas como religiosas). Por otro lado, el aislamiento internacional de España, aunque en esa época ya había comenzado un proceso de apertura al exterior, liderado por el turismo de costa. Esta situación hacía que los artículos importados fueran muy caros. En el caso de los instrumentos musicales, era prácticamente imposible conseguir ningún instrumento de calidad. Este hecho hizo que se generaran unas cuantas marcas de guitarras y amplificadores en España. En su mayoría se dedicaban a copiar los modelos más populares de las marcas más vendidas1 pero con peor calidad (sobre todo en el caso de las guitarras2). Hasta la muerte del dictador no hubo una revolución musical en el país, pero antes de ello sí hubo varios grupos destacados a pesar de todas las trabas que existían. Esta entrada se la dedicamos a una de esas bandas, Iceberg. ¿Qué mejor nombre para refrescarnos un poco y olvidarnos de las altas temperaturas estivales?

Iceberg se fundó en 1973 en Cataluña por Max Sunyer (guitarra), Primi Pancho (bajo), Josep Mas “Kitflus” (teclado) y Angel Riba (voz). Todos ellos eran músicos de la banda de acompañamiento de Tony Ronald. A principios de 1974 contactan con el batería Jordi Colomer, que por entonces tocaba en el grupo de Luis Aguilé, para cerrar la formación y empezar a dar forma a sus canciones, inclinándose hacia el rock progresivo. Tan solo Sunyer contaba con experiencia en el estilo ya que anteriormente había sido miembro de Vértice y Tapiman (ambas bandas de rock progresivo). Grabarían unas maquetas que servirían de carta de presentación ante las discográficas. Una de estas fue EMI-Odeon que, en un principio, se mostró interesada en el trabajo de Iceberg pero finalmente desestimó la idea de contratarles. En marzo de 1975 debutarían en directo en L’Hospitalet de Llobregat. Iceberg contactaría con Marià Albero y Carles Serrat que estaban montando una productora. De estas conversaciones resultaría el traslado de la banda a Madrid para grabar en los estudios Kirios. Entre el 5 y el 11 de mayo grabarían lo que sería su álbum debut “Tutankhamon”. El disco desarrolla una historia ambientada en el antiguo Egipto, con letras bien cuidadas en castellano e inglés. Como buen disco de rock progresivo que se precie, todas las canciones guardan relación entre ellas, dando lugar al desarrollo global de la obra. El productor Alain Mihaud se hizo eco de esta grabación y les conseguiría un contrato con la Compañía Fonográfica Española.

El disco sorprendentemente sería un éxito3 y Iceberg alcanzaría la fama de manera instantánea. Nada más grabar el disco y sin tenerlo aún a la venta, lo presentarían en la sala Zeleste en Barcelona. En junio se ponía a la venta el álbum con una campaña previa en emisoras de radio. En julio serían protagonistas de un hecho histórico: los primeros macrofestivales en España. Estos serían el festival de Burgos (conocido popularmente como “el festival de la cochambre”) y el festival Canet Rock. En este último cerrarían el evento ante veinte mil personas. El 9 de febrero de 1976 presentarían el disco en Madrid en el Alcalá Palace, con la critica y el público madrileño entregados (vendieron todas las localidades). Gracias a estas actuaciones se les empezaba a comparar con los grupos más punteros del género, afirmando que Iceberg debería estar en ese selecto club donde se encontraban Pink Floyd, Yes o King Crimson.

En septiembre del año siguiente grabarían su segundo trabajo de estudio, “Coses Nostres”. El sonido del grupo evolucionaría hacía temas instrumentales de larga duración, incluyendo improvisaciones. Debido a esta nueva tendencia, Angel Riba grabó sus partes de saxo del disco y abandonó el grupo, ya que la voz había pasado a un segundo plano. Esto no significó el adiós definitivo de Riba, ya que desempeñó la labor de manager hasta 1978. “Coses Nostres” se convertiría en otro éxito para Iceberg; gracias a esto conseguirían actuar en el mítico programa de televisión “1, 2, 3 Responda Otra Vez”. Para esta actuación, el grupo exigió actuar en directo en lugar de hacerlo en playback, siendo esto algo totalmente novedoso en TVE en aquellos años. En 1977 volverían al estudio para grabar su tercer disco, “Sentiments”. El álbum no alcanzó el volumen de ventas de sus predecesores, pero si se analiza con la perspectiva que da el tiempo, posiblemente se trate del mejor trabajo de los catalanes. El disco tiene una gran riqueza armónica y virtuosismo instrumental. Ese mismo año participarían en Las 6 Horas de Rock Ibérico, celebrado en el Pabellón de Deportes del Real Madrid, compartiendo cartel con Burning, Granada, Triana y Atila.

En la primavera de 1978 se embarcarían en la grabación de un disco en directo. En lugar de grabar un único concierto, decidirían grabar todas las actuaciones y luego elegir los temas que más les gustasen. Estos conciertos serían en Oviedo, Reus, Bilbao y Barcelona. Tampoco querían hacer un directo tocando sus grandes éxitos, sino que todo el disco estuviera compuesto por canciones que nunca serían grabadas en estudio. El disco saldría bajo el titulo de “Iceberg (En Directe)”. En el verano del 78 participarían en una gran gira por todo el país denominada “La Noche Roja” junto a Miguel Rios, Triana, Salvador y Guadalquivir. Al finalizar la gira grabarían su último disco, “Arc- En-Ciel”, convirtiéndose casi en una obra póstuma, ya que realizarían su última actuación en Salamanca en agosto del 79. Las causas de la separación fueron diversas. Primero, los problemas familiares de Jordi Colomer. Segundo, Sunyer había lanzado su primer trabajo en solitario. Tercero, Kitflus entró a tocar en la banda de Serrat. Pero el mayor detonante de la separación fue el cansancio acumulado durante 5 años de trabajo incesante.

En los vínculos que dejaremos para que podáis descubrir más a fondo a Iceberg, también podréis observar la evolución que tuvieron desde “Tutankhamon” hasta “Arc-En-Ciel”. Se puede apreciar claramente el paso desde el rock progresivo más clásico hacia composiciones más emparentadas con el jazz fusión. ¡Esperamos que disfrutéis de este tránsito!

  1. Por mencionar una de estas marcas, Sinmarc fue un fabricante de amplificadores inspirados en su mayoría en los modelos de amplificadores Fender. Hay algunos modelos de Sinmarc de esa época que a día de hoy tienen un valor considerable en el mercado de segunda mano. Como curiosidad, la marca de amplificadores de guitarra más famosa del mundo, Marshall, también empezó copiando amplificadores Fender, concretamente el Bassman. El circuito del Bassman fue copiado por Jim Marshall y, dándole un toque británico, utilizaba componentes de fabricación nacional, creando así un amplificador legendario como el JTM45. Este modelo a la larga sería el responsable de lo que se conoce como “sonido Marshall”.
  2. Resulta llamativo que un país con la tradición guitarrística de España no fuera capaz de lanzar una guitarra eléctrica que más o menos pudiera estar a la altura de sus homólogas americanas. Hoy en día hay pequeñas marcas que sí hacen guitarras eléctricas de muy alta calidad pero, por desgracia su precio también es elevado.
  3. Por sorprendentemente me refiero al hecho de que el rock progresivo tenía muy poco mercado en España en aquellos tiempos. Personalmente creo que parte del éxito que tuvo en su día fue debido a la unión de unos grandes músicos con una propuesta muy interesante con una producción poco usual en España. La calidad de producción del disco puede hace pensar que fue grabado en cualquiera de los mejores estudios de Inglaterra.

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