Según la creencia popular existen una serie de pioneros dentro del rock, entre los que se pueden nombrar a Little Richards, Chuck Berry, Elvis Prestley, Jerry Lee Lewis o Eddie Cochran. Seguramente más de uno de estos nombres os sonarán e incluso, de manera consciente o insconciente, hayais escuchado alguno de sus temas (sobre todo a aquellos nacidos del pasado siglo XX). Aunque esta lista de nombres comprenda a los más populares, siempre quedan escondidos en la sombra otros pioneros, cuyo aporte al rock y todas sus vertientes derivadas de él, como puede ser el punk, la música surf o el hard rock, fue fundamental en el desarrollo de estos géneros musicales. Uno de estos nombres ocultos es el que hoy os presentamos aquí, Link Wray.

 

Fred Lincoln “Link” Wray Jr, nacido en Dunn, Carolina del Norte (EEUU), el 2 de mayo de 1929, era hijo de Fred Lincoln Wray Sr. y Llilian M. Wray, ambos nativos americanos de ascendencia shawnee (aunque en los censos de la época se refieren a ellos como blancos, debido a la discriminación racial existente en aquellos tiempos, por lo que muchos de los nativos americanos se registraban como blancos para intentar evitar dicha discriminación). Desde una temprana edad mostró interés por la música, lo que le llevó a montar su primer grupo junto con sus hermanos Vemon (nacido el 7 de enero de 1924, fallecido el 26 de marzo de 1979) y Doug (nacido el 4 de julio de 1933, fallecido el 29 de abril de 1984). Esta primera formación estaría dedicada a interpretar música country y western.

 

Como ocurriría en inumerables ocasiones a lo largo de la historia de la música estadounidense, su carrera se vio interrumpida por la llamada a filas por parte del ejército, lo que llevó a Wray a participar de manera activa en la guerra de Corea en 1950. Este conflicto armado le dejaría unas terribles secuelas de por vida, derivadas de un tipo grave de tuberculosis que lo dejó postrado en un hospital durante un año. Por culpa de esta enfermedad sufrió la pérdida de un pulmón y, debido a ello los médicos le aconsejaron no volviera a cantar.

 

Ya de vuelta a Estados Unidos, retomó su actividad musical emprendiendo una gira por todo el pais, actuando en locales nocturnos. En 1955 conoció a Milt Jackson, un disc jockey de Washington, que le proporcionó la oportunidad de trabajar como músico de estudio en varias apariciones televisivas acompañando a otros músicos más populares entonces como Fats Domino. En una de esas actuaciones cuando le ofrecieron la oportunidad de interpretar uno de sus temas, Wray la aprovechó para presentar “Rumble”; esto sería ya en el año 1958, convirtiéndose en el primer éxito de Wray. El origen de “Rumble” es una demostración de la genialidad de Wray, haciendo algo al alcance de muy pocos privilegiados. Durante un concierto de su banda, The Raymen, se organizó una rellerta entre el público. Para intentar calmar los ánimos, su representante Milt Grant sugirió que tocaran algo lento, insistiendo en tocar “The Stroll” de la banda canadiense The Diamonds, que en aquellos tiempos era un tema popular que solía incitar al baile entre el público. Daba la casualidad de que Wray no conocía las notas del tema, por lo que decidió improvisar una clásica rueda de blues de 12 compases 1 sobre el patrón que iba desarrollando la batería, dentro de este patrón Wray introduciría alguna que otra asimetría, tal y como hacían muchos de los bluesman de la primera mitad del siglo XX. La conjunción de todo esto hizo que naciera “Oddball”, que más tarde sería rebautizada como “Rumble”. El tema gustó tanto a los asistentes del concierto que tuvieron que repetirlo hasta en cuatro ocasiones, hecho que ayudó a que la improvisación inicial acabara solidificándose en un tema. Nuevamente esto habla en favor de la genialidad de Wray y su capacidad como músico, dado que a partir de una improvisación fue capaz en poco tiempo de sentar las bases de un tema nuevo. El título del tema (“Rumble”) se puede traducir al idioma de Cervantes como “pelea callejera”. En aquella lejana época de finales de la década de los 50, este termino era empleado por la comunidad afroamericana dentro de su propio argot. Como ya ocurría con más palabras (y no solo palabras sí no con la propia música en si), muchos blancos empezarían a coquetear con ellas. Dado que por aquel entonces las peleas callejeras estaban a la orden del día en muchos barrios de las ciudades de Estados Unidos, sirva de ejemplo la película y el musical West Side Story, el sonido de “Rumble” se entendió como una provocación, algo que tambien ha sido un patrón muy repetido a lo largo de la historia: ¿quién no podía considerar a los Sex Pistols como provocadores de su tiempo, por ejemplo? Todo esto fue la excusa para que el tema fuera censurado en la mayoría de emisoras de radio del país, convirtiéndose en unos de los primeros temas dentro del rock “prohibidos”. Lo llamativo del asunto, es que se trataba de un tema instrumental donde no habia ningún mensaje de ninguna clase que pudiera incitar a esas peleas callejeras o a cualquier alteración del orden público: sin duda alguna, si el tema fuera de los años 90 llevaría la nefasta etiqueta de “parental advisory” en su portada.

 

Volviendo al inicio de este post, donde presentabamos al bueno de Link Wray como uno de los pioneros del rock, en “Rumble” podemos encontrar recursos que en su época no eran muy habituales, tales como la sobresaturación de su amplificador. Practicamente a cualquiera que le preguntes sobre una caracteristica en común dentro del rock y sus vertientes te podrá indicar el sonido distorsionado o sucio de las guitarras eléctricas; esto es algo común desde mediados-finales de la decada de 1960 hasta nuestros dias, con el paso del tiempo incluso se ha ido incrementando esta cantidad de sonido distorsionado, dando lugar a nuevas vertientes como puede ser cualquier género con el apellido metal (heavy metal, trash metal, death metal y así una larga lista de géneros). No obstante a finales de los 50, esto no era lo más habitual dado que, de hecho, la sobresaturación se consideraba un defecto de los amplificadores a válvulas (esto se produce al saturar la señal eléctrica que le llega a las válvulas del amplificador, generando que el sonido a amplificar pierda nitidez y se distorsione). Haciendo un breve resumen de la historia de la guitarra eléctrica, la que se puede considerar la primera guitarra eléctrica comercial fue la Fender Broadcaster2 lanzada al mercado en 1950. Hasta este hito, exisitían guitarras semihuecas amplificadas pero la Fender se convertiría en la primera de cuerpo sólido. Mientras que las primeras eran utilizadas sobre todo por guitarristas de jazz y sus vertientes, la Fender estaba más orientada a la música country. Los amplificadores que entonces existían eran de poca potencia y los altavoces de dimensiones reducidas, nada que ver con los monstruos que más tarde vendrían debido a un sinfín de nuevas necesidades de los músicos, especialmente de rock. En los amplificadores a válvulas, a menor potencia, se alcanza antes la saturación de las válvulas, perdiendo el sonido limpio y cristalino, y dando lugar a un sonido distorsionado; por ejemplo, es más fácil alcanzar esta sobresaturación en un amplificador de 15 watts de potencia que en uno de 100. Wray supo aprovecharse de este defecto (o virtud, según la óptica de cada uno) de los amplificadores a válvulas, creando un sonido diferente y novedoso. Era tal la predilección por este sonido que, cuando unos años más adelante los amplificadores empezaron a construirse con mayor potencia, ante la necesidad de saturarlos, Wray llegaba a rajar los altavoces del amplificador para emular esa distorsión producida por las válvulas. Volviendo a la explicación anterior sobre la saturación de válvulas, conseguir dicha saturación en un ampli de cierta potencia (a partir de los 50 watts) sin causar lesiones permanentes en el pabellon auditivo puede llegar a ser autentica odisea.

 

Dejando a un lado la innovación en cuanto al uso de la sobresaturación de las válvulas, otro aporte al rock que con el tiempo se ha convertido en imprescidible es el uso de los power chords o acordes de quinta. Según la teoria músical, un acorde está formado por la tónica, la tercera y la quinta nota de su tonalidad. Por ejemplo, un acorde de DO mayor, estará formado por DO (tónica), MI (tercera, mayor en este caso) y SOL (quinta). Los acordes de quinta se componen únicamente de la tónica y la quinta nota de la tonalidad, eliminando la tercera. Esto tiene muchas implicaciones, la primera, que al eliminar la tercera nota, no se puede determinar si el acorde es mayor o menor, ya que es la tercera nota la responsable de convertir un acorde en mayor o menor. Por otro lado y desde el punto de vista de un guitarrista, los acordes de quinta son los más fáciles de poner sobre el diapasón de la guitarra, ya que solo es necesario pulsar sobre dos cuerdas con dos dedos, aunque dependiendo de la afinación de la guitarra, se puede generar ese mismo acorde con un solo dedo, aportando sencillez, soltura y velocidad en la ejecución sobre el instrumento. El mayor exponente de la utilización de las quintas lo podemos hallar dentro del punk; este género es el mayor ejemplo de sencillez en cuanto a la utilización de la técnica con la guitarra, pudiendo componer infinidad de canciones solo con el uso de quintas. Otro género que ha popularizado el uso de quintas es el hard rock, donde el uso de estos acordes combinados con una distorision de alta graduación puede producir una sonoridad muy potente.

 

Después del éxito obtenido con “Rumble”, Wray lanzó en febrero de 1959 “Rawhlde”. Con este tema alcanzó su punto álgido de popularidad pero sin llegar a triunfar, cosa que nunca obtendría en toda su carrera. Cuatro años después, en 1963, grabaría otro de sus temas más populares, “Jack The Ripper”. Ya en 1965 se retiró a una comuna agrícola donde, cansado de los tejemanejes de la industria discográfica decidió montarse su propio estudio de grabación con una grabadora de 3 pistas en una propiedad de su hermano, la cual previamente su padre habia utilizado como criadero de pollos. Ya en la década de los 70, registraría dos nuevos álbumnes, “Link Wray” (1971) y “Beans And Fatback” (1973) y desde entonces, su actividad musical caería en picado. Con el paso de los años, siguió su carrera con una discreta repercusión a nivel de público, pero llegando a influir en la mayoria de músicos de entonces, entre los que se encuentraban Jimmy Page, que afirmó en el documental “It Might Get Loud”3 que poseía una verdadera actitud rebelde. Otro de los músicos influidos por Link Wray es Pete Townshend, quien dijo en una ocasión “si no hubiera sido por Link Wray y Rumble, nunca habría tomado una guitarra”. Incluso alguien como Bob Dylan hizo referencia a Wray en su tema “Sign Language”, grabado a dúo junto a Eric Clapton en 1975. A principios de la decada de los 80, Wray se mudó a Dinamarca con la que sería su cuarta esposa, en donde residiría hasta su muerte en Copenhague en 2005 a la edad de 76 años.

 

La influencia de Link Wray traspasa incluso la frontera de la música, llegando al séptimo arte. Su música aparece en varias películas, la más destacable de ellas, la obra maestra de Quentin Tarantino “Pulp Fiction”, concretamente en la escena donde Mia Wallace (Uma Thurman) y Vincent Vega (John Travolta) están cenando en Jack Rabbit’s Slim, un restaurante temático de la decada de los 50, donde los camameros van caracterizados como personajes populares de dicha década (por ejemplo, Marilyn Monroe o Buddy Holly, interpretado por Steve Buscemi). Mientras Mia y Vincent disfrutan de un delicioso batido de 5 dolares (un Marvin & Lewis para ser exactos) sentados en un Cadillac del 59 reconvertido en mesa de restaurante, suena “Rumble” en el hilo musical del restaurante.

También se ha utilizado temas de Wray en campañas de publicidad como por ejemplo, en la última campaña navideña (¡perdí la cuenta de las veces que vi el anuncio en la televisión estas últimas navidades!) de una conocida marca de moda, concretamente el tema “The Swag”.

 

En 2017 se estrenó el documental “Rumble: The Indians Who Rocked The World”, donde se rinde en parte homenaje a la figura de Wray, así como la de otros nativos americanos influyentes en la historia de la música; por cierto, ¿sabíais que un tal James Marshall Hendrix es descendientes de nativos americanos? Curiosamente el propio Hendrix, aproximadamente unos 10 años después de “Rumble”, llevaría hasta el extremo las técnicas de Wray como la sobrealimentación, llevando sus amplificadores Marshall hasta límites inconcedibles en aquella época (y quemando un buen número de ellos en el camino), utilizando la propia sobrealimentación para generar retroalimentación, técnica más conocida popularmente como acople 4 (de hecho el propio Wray fue pionero de esta técnica). El documental se presentó en el festival de Sundance, llevándose el premio especial del jurado en la categoría de documental.

 

Para finalizar este repaso al gran Link Wray, os dejamos unos vínculos para escuchar su música tranquilamente, y, por favor si escuchais “Rumble”, ¡contened las ganas de armar peleas callejeras!

  1. Las ruedas de 12 compases es posiblemente la estructura más básica, clásica y reconocible dentro del blues, debido a su sencillez armónica, donde solo se emplea la tónica, dominante y subdominante de una tonalidad. A pesar de esta sencillez, este patrón armónico de blues ha sido utilizado en infinidad de temas famosos dentro del blues, siendo también uno de los mas elegidos a la hora de improvisar blues.
  2. En 1950 Leo Fender lanzaría al mercado la Fender Broadcaster, debido a que Gretsch, otra marca de instrumentos, tenía una batería dentro de su catálogo con ese mismo nombre, Leo Fender se vio obligado a cambiarle el nombre en 1952 a Telecaster, nombre que aún conserva en la actualidad. Como curiosidad, en 1951 hubo un periodo de transición entre un nombre y otro, donde en la pala de la guitarra no aparecía el nombre del modelo, lo que se denominó más tarde como Nocaster debido a la ausencia de nombre. Como añadido e ironías del destino, Fender compró Gretsch a principios del siglo XXI.
  3. Documental donde se junta a Jimmy Page (Led Zeppelin), The Edge (U2) y Jack White (The White Stripes), donde hablan sobre influencias, sus gustos musicales o forma de afrontar la música desde su perspectiva. Si te gusta la música es recomendable su visionado.
  4. Pitidos molestos y estridentes para la mayoría de los mortales, producidos al acercar la guitarra eléctrica al altavoz del amplificador al que esta conectada, de manera que se produce una retroalimentación del sonido.

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