Winter’s bone: un crudo thriller en la América profunda.

Hoy quería escribir sobre “Winter’s Bone” (2010), película dirigida por Debra Granik, basada en la novela homónima de Daniel Woodrell y protagonizada por una jovencísima Jennifer Lawrence en uno de sus primeros trabajos en el cine, con apenas 20 años. La película y la interpretación de Lawrence fueron elogiados por la crítica, dado que en el Sundance Film Festival, el festival de cine independiente más importante de Estados Unidos, ganó el Gran Premio del Jurado al mejor drama y el Premio al mejor guion. Asimismo, recibió cuatro nominaciones para los Óscar en las categorías de mejor película, mejor guion adaptado, mejor actriz (Jennifer Lawrence) y mejor actor de reparto (John Hawkes), aunque no ganó en ninguna categoría.

A mi juicio, la película tiene diversos atractivos. Uno, descubrir que Lawrence, antes de engrosar su cuenta corriente con la franquicia “The Hunger Games” (2012-2015), era ya una actriz notable. Habrá quien diga que el reconocimiento total le llegó solo un par de años después, dado que con “Silver Linings Playbook” (“El lado bueno de las cosas”, 2012) ganó el Oscar a la mejor actriz, así como el Globo de Oro y el premio del Sindicato de Actores. No obstante, es cuestión de gustos: si bien la actuación de Lawrence en “Silver Linings Playbok” es encomiable, dicha película es la típica comedia romántica disfrazada de
melodrama que tanto gusta en Hollywood, pero de la que me olvido a los cinco minutos de salir del cine. The “Winter’s Bone” (2010) no tiene nada que ver. Se trata de un thriller crudo, sin maquillaje (apenas tiene banda sonora), que muestra la América profunda, rural y depauperada, donde las drogas son tanto una forma de evadirse de la realidad como un medio de vida. Y donde la verdadera ley no la dictan los jueces ni la ejecutan los policías, sino los patriarcas de sociedades criminales que deciden quién vive y quién ha de morir por saltarse las reglas de este particular y violento microcosmos. Este es para mí otro de los atractivos de la película, recordar al espectador que historias como las que narra “Gomorra” (2008) ocurren tanto en Nápoles como en la economía más desarrollada del planeta (pero también caracterizada por la desigualdad y una mala distribución de la renta).

La película cuenta la lucha desesperada de Ree Dolly (Jennifer Lawrence) por salvar lo poco que tiene, una pequeña cabaña en una zona rural de los montes de Missouri, de ser embargada por las autoridades. Ree no es más que una chica de 17 años que tiene que hacerse cargo de sus dos hermanos pequeños y una madre con una enfermedad mental avanzada en una situación de extrema precariedad. Ree se las apaña como puede, cazando ardillas o ciervos, dependiendo de la suerte de cada día, y recibiendo ayuda de algunos vecinos (muchos de ellos parientes cercanos o lejanos) que intentan que los niños no pasen hambre o
que la yegua de Ree no muera por falta de alfalfa. Esta dura existencia da un vuelco inesperado cuando un policía entra en escena y explica a Ree que su padre, un conocido fabricante de metanfetaminas, ha desaparecido misteriosamente tras salir de la cárcel en libertad condicional bajo fianza. Y parte de la fianza es esa pequeña cabaña donde malviven Ree y su familia: por lo tanto, si su padre no comparece el día del juicio, en pocos días serán desalojados y no tendrán a ningún lugar al que ir. Encontrar a su padre se convierte entonces para Ree en una cuestión vital, pero es una búsqueda con un sinfín de obstáculos, dado que tendrá que enfrentarse a la ley del silencio de sus parientes (todos ellos involucrados en la misma “actividad económica”) con tal de salvar a su familia. A ella le da igual si su padre ha huido o ha sido asesinado por saltarse las reglas de la comunidad pero, en el segundo caso, necesita probar su muerte para evitar el embargo de la única propiedad familiar. Poco a poco, Lee conseguirá abrirse paso a través de las mentiras, evasivas y amenazas de sus parientes hasta llegar a la verdad.

La última gran virtud de la película es que no es, ni mucho menos, un thriller al uso, sino más bien la narración descarnada de una trama que se ubica en un mundo para muchos de nosotros ajeno. La información que se da sobre trama y personajes es mínima, y la mayoría de diálogos son casi crípticos, porque nadie quiere decir ni una palabra de más por miedo a las consecuencias, dado que se trata de una sociedad regida por un complejo sistema de códigos y lealtades. Es por tanto la historia de una heroína adolescente que emprende un viaje que la fortalecerá, pero que al mismo tiempo la despojará de la poca inocencia que le puede quedar a una persona en un ambiente tan brutal y miserable.

Tráiler (subtítulos en castellano)

Tráiler (doblada al castellano)

Disponible en Filmin

 

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