Desde el estreno en el año 1927 de la película “The Jazz Singer” el cine ha estado estrechamente ligado a la música, ya que se trata del primer film comercial de la historia en tener sonido. Este prodigio tecnológico permitiría añadir a las películas diálogos, efectos de sonido y banda sonora. Además, con el paso de los años se rodarían películas musicales o incluso películas protagonizadas por músicos como “Help!” o “A Hard Day’s Night” de The Beatles u “Ocean’s Eleven”, protagonizada por The Rat Pack1. Incluso tenemos ejemplos patrios de estas películas como por ejemplo las ignominiosas cintas dedicadas a los Hombres G: “Sufre Mamón”2 (1987) y “Suéltate el pelo” (1988). A principios de la década de los 70 surgió un movimiento cinematográfico en Estados Unidos denominado blaxplotation. Este nuevo género se caracterizaba por tener a la comunidad afroamericana como protagonista principal y por contar con un sinfín de bandas sonoras de artistas de la talla de James Brown o Isaac Hayes, además de por altas dosis de violencia y producciones de bajo presupuesto. La escena más representativa de estas películas es la persecución de coches por la ciudad acompañada de música funk de fondo. Las cintas más representativas del género son “Shaft” (1971), “Superfly” (1972) o “Black Caesar” (1973). A lo largo de los años el blaxplotation ha influido en innumerable cantidad de cineastas y músicos; siendo el caso más representativo Quentin Tarantino. Según el propio director, creció viendo esta clase de películas. Una muestra de su influencia es su magnífica e infravalorada “Jackie Brown”, protagonizada por Pam Grier y Samuel L. Jackson. No es casualidad que Pam Grier fuera la encargada de dar vida al personaje de Jackie Brown, ya que fue protagonista de películas del género como “Coffy” (1973), “Foxy Brown” (1974) o “Sheba Baby” (1975). Se podría llegar a tener un debate sobre si se puede considerar “Jackie Brown” una película perteneciente a la blaxplotation, aunque por el lado musical no sería muy representativa, debido a que Tarantino empleó principalmente música soul (concretamente a The Delfonics) para la banda sonora. Creo que es innegable el conocimiento musical del director estadounidense basándonos en las bandas sonoras de sus películas. Para muestra de ello, en “Once Upon A Time In… Hollywood”, la banda sonora contiene el tema “Bring A Little Lovin’” de los Bravos -los grupos españoles de los 60 no son muy conocidos fuera de nuestras fronteras. Para esta entrada vamos a descubrir la banda sonora de la película “Savage!” (1973), dirigida por Cirio H. Santiago y protagonizada por James Iglehart. La cinta narra la historia de Savage, quien es un criminal que se ve envuelto en una revuelta contra el gobierno militar de un país desconocido del centro o sur de América. Las altas dosis de violencia gratuita y una trama un tanto peculiar la convierten en un film grotesco y delirante a partes iguales3.
La banda sonora de “Savage!” corrió a cargo de Don Julian -igual alguno piensa que nos referimos a la marca de puros, pero no es así. Don Julian fue un guitarrista y cantante estadounidense de rhythm and blues, funk y soul. Nacido en 1937 en Houston (Texas), en su adolescencia su familia se mudaría a Los Angeles y allí empezaría a interesarse por la música, no tardando mucho tiempo en formar parte de algunas agrupaciones musicales. Su banda más destacable fue Meadowlarks o, mejor dicho, Don Julian And The Meadowlarks. En 1954 harían su debut discográfico con el single “Heaven And Paradise”, llegando a tener cierta popularidad entre los seguidores del rhythm and blues. Hasta 1964 no se volvería a tener muchas noticias de la banda, pero en dicho año lanzaron el single “The Jerk”, siendo inmediatamente un éxito rotundo y alcanzando el primer puesto en las listas de Billboard R&B y Cash Box R&B, así como al séptimo puesto de la Billboard Hot 100. En 1973 Don Julian se encargaría de la banda sonora de “Savage!”, que a la postre sería lo que realmente le haría popular. Esta sería editada en vinilo y casete, llegando a tener un buen número de ventas4. El disco está dividido en 4 temas en la cara A y 3 en el lado opuesto. Abriendo el disco, como no puede ser de otra manera, está el tema principal de la película, con 10:29 de duración. En realidad no es un tema, sino que parecen varias partes entrelazadas, como si fueran música para diferentes escenas, aunque siempre manteniendo el mismo leitmotiv sonoro. Destaca el uso de la percusión mezclada con los ritmos y la guitarra funk, incluso en una parte hay un solo de percusión donde entra la guitarra poco a poco subiendo de intensidad hasta que se unen el resto de instrumentos, creando un ambiente que recuerda más al rock progresivo que al funk -por hacer la broma, podemos denominarlo funk progresivo. La verdad es que Don Julian sabía como hacer que el público moviera los pies, dado que es inevitable no dejarse llevar por el ritmo y bailar al son de esa guitarra tan percusiva y característica del funk5. Al tema principal le siguen “Lay It On Your Head” y “Where I’m Coming From”, donde el protagonismo lo tiene un clarinete o una flauta (lo siento, desde que rompí la flauta en 5º de EGB por frustración pura tengo fobia a estos instrumentos de viento) en composiciones muy relajadas, donde se van entremezclando los instrumentos poco a poco. La cara A la cierra “It’s A Sad Song”, siendo el tema más corto de todo el disco con 1:41 de duración. Este tema da lo que promete, una canción triste con una guitarra acústica y el clarinete.
La cara B la abre “My Favorite Beer Joint”, donde a través de una estructura clásica de blues de 12 compases va desarrollándose el tema. La guitarra se va turnando el protagonismo propio del solista con el saxofón y los teclados, siendo un claro ejemplo de cómo hacer un tema funk a raíz del blues, donde se pueden apreciar claramente los elementos de ambos géneros. El siguiente tema es “Janitzio”, donde al comienzo del mismo se puede escuchar al propio Don Julian dando las gracias por escuchar su disco en un “perfecto” castellano, a parte de explicar de donde viene el nombre del tema, de la isla mexicana de Janitzio. El tema tiene un poso caribeño marcado por su ritmo, acompañado de una guitarra muy cálida, hasta que entra el clarinete, volviendo a darle ese toque entre funk y jazz, y retornando nuevamente a la parte inicial para dar lugar al final del tema. El disco lo cierra “Just Kiss Me”, siendo otro tema tranquilo con tintes caribeños. El álbum completo es instrumental, a excepción de la introducción de “Janitzio”. La producción no es que sea de las mejores precisamente, algo normal teniendo en cuenta que las películas de la blaxplotation solían ser de bajo presupuesto -aún así le da un color diferente que se vuelve inherente a su sonido. Posiblemente gran parte de su gracia sea la conjugación de esta calidad sonora con la propuesta musical tan marcadamente funk y de raíz negra.
Viendo esta banda sonora desde la perspectiva actual donde parece que solo existen dos alternativas -las compuestas por artistas como John Williams (Star Wars, Indiana Jones o Tiburón, por nombrar las más importantes) o recopilatorios de la música del momento como por ejemplo la BSO de Matrix (donde aparecen Rage Against The Machine, Rammstein o Marilyn Mason)-, es como un soplo de aire fresco, aunque pueda sonar irónico que algo de hace 50 años pueda ser fresco. Desde aquí os recomiendo esta maravilla, al igual que os animo a descubrir bandas sonoras de películas de los 70 de cualquier género porque hay muchas pequeñas joyas ocultas en ellas.
1 The Rat Pack fue el nombre por el que se conocería al grupo de actores y músicos de la escena de Las Vegas desde la década de los 50. La formación más famosa es la formada por Frank Sinatra, Dean Martin, Sammy Davis Jr, Joey Bishop y Peter Lawford. Estos 5 protagonizan “Ocean’s Eleven”, que no debe confundirse con el remake de 2001 a cargo de Steven Soderbergh y protagonizado por George Clooney, Brad Pitt y Matt Damon.
2 Es gracioso ver en “Sufre Mamón” como en sus orígenes los miembros de los Hombres G iban de punkis por la vida antes de convertirse en el grupo pijo por excelencia a finales de los 80. Es de sobra conocido que los punkis no acaban siendo pijos sino terminan muertos por sobredosis.
3 Si habéis visto “Machete” o “Machete Kills” de Robert Rodríguez entenderéis a la perfección a lo que me refiero con grotesco y delirante.
4 Aunque parezca mentira, a día de hoy estas bandas sonoras tienen demanda entre los aficionados a la música en vinilo. La verdad es que hay un submundo musical en las bandas sonoras de los años 70 a explorar.
5 Este sonido tan clásico se suele conseguir empleado una técnica llamada púa-contrapúa, de forma que siempre la mano de la púa esté golpeando las cuerdas de forma cortante (el sonido del primer golpe será cortado por el sonido del segundo, y así sucesivamente). A esto también se le suele añadir el uso de un pedal Wah-Wah para modificar un poco el sonido. Es recomendable utilizar una guitarra de sonido percusivo para tocar con este sonido, siendo las más indicadas para ello son las Fender Stratocaster.
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