The painted veil: una película como las de antes…sobre los tema de siempre.
Hoy quería escribir sobre “The painted veil” (2006), película basada en la novela homónima de W. Somerset Maugham y protagonizada por los camaleónicos Edward Norton y Naomi Watts. En mi opinión, la cinta es una pequeña joya gracias a la soberbia actuación de Norton y Watts, una extraordinaria fotografía que muestra paisajes evocadores, casi fantásticos y la melancólica música para piano compuesta por Alexandre Desplat. Pero la principal razón por la que me cautivó en su momento es porque trata un tema poco explorado en el cine: no todo son amores a primera vista, flechazos, puesto que hay otros que nacen y
crecen lentamente, a pesar de las adversidades y, a veces, gracias a ellas.
La historia, ambientada a principios de la década de 1920, es sencilla. Walter Fane (Edward Norton), un dedicado bacteriólogo británico que trabaja en China, realiza un breve viaje a Londres donde conoce a Kitty Garstin (Naomi Watts), una bella muchacha perteneciente a la alta sociedad londinense. Walter queda inmediatamente prendado de Kitty, y le propone matrimonio sin apenas conocerla. Kitty acepta, pero sin estar enamorada, simplemente por las presiones sociales (empieza a ser demasiado mayor como para seguir soltera) y para alejarse lo más posible de su madre y de un ambiente familiar opresivo. El problema es que se trata de dos personalidades muy diferentes, casi antagónicas. Walter es un hombre tímido, aparentemente frío y con escasas habilidades sociales. No obstante, como luego mostrará la película, es también un trabajador incansable y un gran ser humano, de esos que han salvado miles de vidas durante la actual pandemia. Kitty, en cambio, es una joven criada en el lujo, los bailes y los eventos sociales, y que aún no ha descubierto la pasión
(Walter, en un momento de la cinta, le llega a decir: “me enamoré de ti a pesar de que sabía que eras una niña mimada y malcriada”).
Por lo tanto, es solo cuestión de tiempo que la relación estalle. Tras su luna de miel, el matrimonio se traslada a Shanghái, donde Walter trabaja en un laboratorio del gobierno británico que estudia enfermedades infecciosas. Allí Kitty, aburrida de la rutina y de un marido absorbido por su trabajo, tiene un affair con un hombre casado, Charlie Towsand, un diplomático británico de alto rango. Cuando un impertérrito Walter lo descubre, le da dos opciones a modo de castigo: o se va a vivir con él a un pueblo remoto de China para investigar una grave epidemia de cólera o, en caso contrario, se divorciará de ella por adúltera, lo que la humillaría públicamente. No obstante, también le ofrece la oportunidad de un divorcio discreto si su amante se divorcia de su mujer y acepta casarse con ella. Una enamorada y crédula Kitty le comenta a Charlie la propuesta, pero él se niega a divorciarse porque eso afectaría a su carrera profesional: para él Kitty no ha sido más que una aventura más, que su mujer consiente e incluso se mofa, hablando del “bajo nivel” de las conquistas de su marido. Es entonces cuando Kitty, resignada, acepta embarcarse en un viaje agotador para llegar, atónita, a un pueblo sumido en la pobreza donde el cólera hace estragos entre su población.
Hasta aquí puedo desvelar de la trama. Será en estas extremas condiciones de miseri a y muerte, y en tiempos convulsos por el movimiento anticolonialista liderado por Chiang Kai-shek, donde Walter y Kitty tendrán, al final, tiempo para conocerse. Kitty aprenderá que hay cosas más valiosas y gratificantes en la vida que el glamour y los eventos de la alta sociedad, embarcándose en un viaje de transformación personal en el que también descubrirá las virtudes de su marido, un héroe silencioso entregado a salvar vidas, cueste lo que cueste. Pero Walter también apreciará, poco a poco, el buen corazón de su mujer, que le imparte una importante lección. En un momento de la película, Kitty le dice: “Para ser alguien tan inteligente no te das cuenta de que las personas somos mucho más complejas que las bacterias que estudias. Somos seres imperfectos y a veces impredecibles que cometemos errores, de los que luego nos arrepentimos.”
Tráiler (subtítulos en castellano)
Disponible en Netflix
P.D. Dejo aquí un vínculo a mi tema preferido de la película
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